Ancizar Cifuentes Vergas (asesinado 5 julio 2018)
El polvo impregnado en la cara
y la sangre seca a la vera del camino.
El silencio amarrado a la garganta con una voz que intentó decir:
¡No me maten! ¡No me dejen matar!
El circo agónico se inicia en los noticieros,
cada mañana un muerto,
un nombre que apenas se menciona y que se olvida con el céfiro.
La tierra que defendió muere con él,
la naturaleza se marchita junto a su cadáver.
Mientras las hienas sacan los restos de su memoria
de las piedras,
en sus ojos abiertos,
la soledad infinita con la advertencia de una nueva amenaza,
de otro nombre al que alcanzará la sombra.
Los vítores en su honor se confunden con el llanto tenue de la alondra,
morir de angustia bajo el acecho de la oscuridad.
Recordar los titulares efímeros:
¡Fueron tres balas, fueron tres!
Autora: Johanna Marcela Rozo.
Libro de poesía y cuento concurso Bonaventuriano 2014
Reseñas literarias, quierés ser parte de ellas contactame.
Y LOS OJOS SE LE LLENARON DE LÁGRIMAS del libro Bocetos de un naufragio
Y LOS OJOS SE LE LLENARON DE LÁGRIMAS
Esta escondida la tristeza
en algún lugar oscuro
tiene en sus ojos
la expresión singular
del llanto que aún no quiere nacer
va de aquí para allá
viviendo debajo de los parpados secos
o de cristales húmedos por la neblina
cuando llega por la noche
congela la espina dorsal
y se aprieta fuerte en las rodillas
en el día aparece en el espejo
cuando la mujer desnuda ha decido no llorar
ella es una sombra humilde
escondida en una garganta ronca
o en un semáforo con esa canción de fondo
don’t cry… don’t cry.